8 de julio de 2011

                “Los cuentos populares como materia prima este es el título de uno de los capítulos de la obra de Gianni Rodari: Gramática de la fantasía. Basándonos en él, los alumnos de 5º A han realizado las siguientes actividades: búsqueda en internet o en la biblioteca los cuentos clásicos de  “Caperucita Roja” y “Los tres cerditos”. Una vez leídos y comentados, comprobamos que existían numerosas versiones de los mismos, la finalidad es que cada uno elabore un cuento propio basado en estos dos cuentos que hemos estudiado y así fomentar la creatividad literaria.
A continuación se muestra algunos ejemplos del resultado de dichos trabajos.
CAPERUCITA Y LOS TRES CREDITOS EN EL FUTURO
  Un día cualquiera en el bosque caperucita se reunió con los tres cerditos, pues encontró un extraño aro de metal grueso con una especie de burbuja en el centro:
-Entremos, -dijo el cerdito pequeño
-¡Vale!   -afirmó el mayor
Cuando cruzaron se encontraban en el año 30.200. Caperucita observó que sus adultos eran adultos y eran humanos. Los cerditos boquiabiertos vieron que Caperucita era más mayor, su caperuza no era roja, era de tela metálica. El cerdito pequeño tenía en los pies unas ruedas, el mediano tenía un propulsor en la espalda y el mayor un brazo robótico.
Los cerditos tuvieron la idea de hacerse unos fuertes. Caperucita se lo hizo de cristal, el cerdito pequeño de tuercas, el mediano de plástico y el mayor de metal. Cada uno estaba muy pegado al de su lado menos el del cerdito pequeño que está en el cielo.
  El lobo también se metió en el portal, y era una versión mejorada que podía disparar puños. El lobo fue a casa de Caperucita pero el cerdito mayor descubrió que su puño se podía transformar en cualquier cosa y lo transformó en un ventilador gigante y lo activó, de modo que hizo que el lobo volara. Pero para desgracia destrozó la casa del cerdito mediano y el lobo con la presión disparó un puño a la casa del hermano pequeño. El hermano pequeño estaba cayendo cuando cuándo el mediano lo cogió por el aire con sus propulsores.
  Caperucita con su caperuza usó el poder que descubrió; las  cuchillas para romper el núcleo del futuro y todos se juntaron formando un robot gigante con patines, cuchillas, propulsores y cañones y llegaron hasta el portal, lo cruzaron y volvieron a su año de origen donde vivieron una vida larga y feliz

Realizado por Kilian Dorta Van Grie-Ken



CAPERUCITA Y LOS TRES CERDITOS

  Erase una vez tres cerditos que vivían con una niña llamada Caperucita. Un día los cuatro fueron a llevarle flores a sus tías: Pepa, Pepita y Petunia. Mientras caminaban los cuatro por el sendero  se encontraron al lobo que les dijo:
-Si vais por ahí, llegaréis antes.
Los niños hicieron lo que les dijo el lobo y llegaron antes que él. Primero fueron a la casa de Petunia, que estaba hecha de petunias. Comieron galletas y dulces caseros. Al rato llegó el lobo y dijo:
-Dadme galletas, o si no soplaré y soplaré y tu casa derrumbaré
Ellos no le hicieron caso y siguieron comiendo, pero el lobo de un soplido la casa derrumbó. Los cinco fueron corriendo a la casa de Pepita, que estaba hecha de palillos y allí comieron una lasaña que había preparado Pepita. Pero la alegría duró poco. Llegó el lobo:
-Dadme lasaña, o si no soplaré y soplaré y la casa derrumbaré
Ellos siguieron como antes, pero el lobo sopló y sopló y la casa derrumbó. Los seis se fueron corriendo a la casa de Pepa que estaba hecha de hormigón de Canari Concrete y allí comieron un puchero que estaba haciendo Pepa. El lobo no se perdió el evento
-Dadme puchero, o si no soplaré y soplaré y tu casa derrumbaré. Pepa llenó un plato de puchero y se lo dio al lobo, se fue muy contento y con el estómago lleno.
Cuento realizado por Mariana García Campos

LAS TRES HERMANAS
  Había una vez tres hermanas pobres que al morir sus queridos padres fueron al pueblo de su primo, Casillas del Ángel. Al llegar, en un bosque aislado, cada una construyó su casa.
La de Natalia, la hermana más pequeña, era de paja. Por tanto, se acercaban mucho los caballos por allí. La de Rosenda, la hermana mediana, era de palitos de madera. Por eso, se acercaban mucho los castores. La de Marta, la hermana mayor, era de ladrillo. No se acercaban mucho los animales, pero sí tenía un bonito jardín de flores.
Natalia, fue a visitar a su hermana Marta. Como Marta tenía muchas cosas que hacer, mandó a Natalia a que le llevase a su primo jarabe, porque había cogido un catarro. Pero justo antes de marchar Marta le advirtió: ten cuidado con el lobo. De camino a casa de su primo, Natalia se encontró con el lobo que le dijo:
-¿A dónde vas?
-A casa de mi primo Rogelio –respondió
-Pues ve por el camino de la izquierda, que es el más corto.
Natalia, sin acordarse  de lo que le dijo Marta, le hizo caso. Al llegar, el lobo se había puesto un mono verde, como Rogelio y encerró al primo en el armario
Natalia, directamente le preguntó a (Rogelio):
-¿por qué tienes esos dientes tan grandes, primo?
-¡Para comerte mejor! –contestó el lobo
Marta dándose cuenta de que Natalia tardaba mucho, junto con Rosenda fueron a casa de su primo. Al ver al lobo, lo taparon con mantas y lo encerraron en una caja, que dejaron en el bosque. Al final Natalia se salvó y sacaron a Rogelio del armario.
Esta lección le sirvió a Natalia para aprender a obedecer.
  Cuento realizado por Elena Pastor Rosales


CAPERUCITA Y LOS TRES CERDITOS
  Erase una vez una niña muy encantadora llamada Caperucita Roja y sus mejores amigos los tres cerditos. Un día la madre de Caperucita Roja le dio un comistraje de mermelada, miel y galletas. Y se fue tranquilamente con sus amigos, pero…. Un leñador les había advertido que fueran con mucho cuidado, porque había un lobo en este pueblo que no se daba por vencido tan fácilmente, pues tenía un fuerte soplido. Por suerte habían tres casas por el camino: una de paja, otra de palos y otra de ladrillos. Cuando llegaron a la casita de paja se escondieron rápidamente. Antes de que el lobo soplara dijo:
-A la de una, a la de dos y…. ¡a la de tres!
Y sopló y sopló hasta derrumbarla.  Desde ese momento los cuatro supieron que tenían que salir por patas. Cuando llegaron a la casita de palos ocurrió lo mismo. Y fueron a la casita de ladrillos, allí se encontraba el lobo y……
-¡Corran! ¡Vamos a casa de abuela!   -Dijo Caperucita. Y fueron camino de la casa de la abuela, pero el lobo se la había comido y Caperucita le dijo:
-Abuelita, ¿qué ojos más grandes tienes?
-Son para verte mejor
-¿Qué orejas más grandes tienes?
-Son para oírte mejor
-¿Qué dientes más grandes tienes?
-¡Son para comerte mejor!
Y se comió a ella y a los tres cerditos.
Un leñador lo vio todo y le hizo abrir la boca de par en par, y el lobo escupió a todos los heridos y sintió tanto miedo que se fue para siempre del pueblo.
  Cuento realizado por  María Socorro Pérez




CAPERUCITA ROJA Y LOS TRES CERDITOS
  Érase una vez una mujer que se casó con un cerdo y tuvieron cuatro hijos: tres cerditos y una niña a los que vistieron con una caperuza roja.
Un buen día sus padres les mandaron pasar el día en el bosque y traer frutos silvestres. Cuando estaban en el bosque un hombre les dijo que se hecieran una casa. Los tres cerditos querían competir por cual era la mejor casa.
La niña quiso llevarle frutos a su abuela. Pero el lobo se enteró y llegó a la casa de la abuela, se comió a la vieja y cuando la niñita entró y el lobo casi se la come. Al verlo, la niña corrió hasta la casa más cercana, habitada por uno de sus hermanos, era de paja. Pero el lobo la derribó con sus soplidos. Los dos fueron a la casa de otro cerdito y se refugiaron allí. La casa era de madera, pero no soportó los soplidos del lobo. Y se fueron a la tercera casa. Afortunadamente era de ladrillo y no se derribó. Pero se habían olvidado de cerrar la puerta de atrás, el lobo entró, se los comió y se fue a dormir. Un cazador pasaba por allí y vio al lobo durmiendo, cuando escuchó una voz que decía ¡Auxilio!. El cazador los sacó y todos bailaron muy felices.
  Realizado por David Conde Piñero


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